jueves, 6 de diciembre de 2007

Si antes no era feliz, ahora tampoco lo soy...

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La tranquilidad de mi mente vale todo éste sufrimiento?...
Moriría si nunca más volviera a verte...Moriría si te viera ahora...
Es imposible imaginar una vida, en la que los recuerdos de ti fingen indiferencia o enojo....
Sencillamente dulces memorias idealizadas por mi alma triste permanecen; hostigándome, apaleándome, quebrándome...

El desapego que ostentas es el arma más filosa, para los dos...
En mí, porque olvidas ese tiempo en que era alguien más en tu vida...
En ti, porque es la metamorfosis de tu tristeza...

Es ésto lo que merezco?
Tanto esfuerzo queda en nada....
En el final nada importa, no importa ni siquiera cuan duro trate de aferrarme a la esperanza...

El tiempo, los abrazos, los besos, las sonrisas, los detalles...el amor...todo se esfuma en un instante para ti...

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Qué quedará de mí cuando todo ésto por fin termine?....

3 comentarios:

Anónimo dijo...

SAbes lo que queda?...los recuerdos, las armas mas hermosas y las mas letales, pero uno no puede vivir del pasado, uno lo tiene que saber dejar de lado, decir que ya paso...

Uno tiene que saber moverse por que si no, nos estancamos y de ahi en adelante nunca haremos nada por que esto (los recuerdos) nos influyen en nuestra vida no dejandonos progresar..

Vos tenes que salir adelante marian, esta vez por tu propia cuenta.

...La belleza mas hermosa es la que uno no puede obtener...

Cuidate nana, esta vez es tu turno de levantarte

Gabriel dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Gabriel dijo...

Nos quedan tantas cosas y sin saber qué hacer con ellas... Si usarlas para autodestruirnos o simplemente tirárselas por la cabeza a aquel...

Tengo veinte días de abandono, demasiado fresco, imposible no entenderte. Y la verdad es que no existirá una salida a tanto dolor, aquel no volverá a menos que sienta culpa o quiera cama, cuando se quieren ir, sólo lo hacen y no les importa a quién dejan, lo que dejan, a cual... Es, desesperante. Pero como dije, no hay otra manera de que el dolor se vaya, más que la de aguantar y esperar que con el tiempo se vaya perdiendo la intensidad.

A menos que aparezca alguien más. Y dos cosas: la primera es que la vida es un búmerang (o más directo, el que se va sin que lo echen...) y la segunda, es que un día te vas a levantar, vas a sentir asco y simplemente, a seguir.

Muy buen blog, pero tan triste...

Gabriel.